No quiero decir que el tiempo pasa
inexorable, con sus aristas hirientes,
abriendo pequeñas heridas que nunca cierran.
Prefiero hablar de las flores y del pecado.
No quiero reparar en los cuerpos
que adquieren las señales de los días,
dejando punzadas de dolor.
Prefiero hablar de Julio Verne o del tiempo.
No quiero hablarte del vaivén que me mece
con su poso de amargura e inquietud,
haciéndome más vieja.
Prefiero hacerte una seña y llevarte a mi cama.
Dietario 18 / Las aproximaciones
Hace 3 horas
Esto que voy a decirte ya lo he dicho otras veces pero creo que aqui le va como anillo al dedo. No hay que llenar la vida de años sino los años de vida. Cuando aprendamos eso, habrá poco de lo que lamentarse, espero.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por tu reflexión Josep.
ResponderEliminarUn saludo.